sábado, 26 de julio de 2008

La realidad y el deseo


a Luis Cernuda

La realidad, sí, la realidad,
ese relámpago de lo invisible
que revela en nosotros la soledad de Dios.
Es este cielo que huye.
Es este territorio engalanado por las
burbujas de la muerte.
Es esta larga mesa a la deriva
donde los comensales persisten
ataviados por el prestigio de no estar.
A cada cual su copa
para medir el vino que se acaba donde empieza la sed.
A cada cual su plato
para encerrar el hambre que se extingue sin saciarse jamás.
Y cada dos la división del pan:
el milagro al revés, la comunión tan
sólo en lo imposible.
Y en medio del amor,
entre uno y otro cuerpo la caída,
algo que se asemeja al latido sombrío
de unas alas que vuelven desde
la eternidad,
al pulso del adiós debajo de la tierra.
La realidad, sí, la realidad:
un sello de clausura sobre todas las
puertas del deseo.

Olga Orozco
Oil on linen, framed por: Cris Brodan, The Jean Genie, 2005.

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