miércoles, 14 de enero de 2009


El hambriento es un ser que busca... ¿pero existe un hambre de estómago que no sea el indicio de un hambre generalizada?

Por hambre yo entiendo esa FaLtA espantosa de todo el ser, ese vacío atenazador, esa aspiración no tanto a la utópica plenitud como a la simple realidad: allí donde no hay nada, imploro que exista aLgO.
Amélie Nothomb, Biografía del hambre, Anagrama, 2006.

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