domingo, 17 de marzo de 2013






22/ XI / 2011

En algún sitio debo verter las inseguridades , pensé en el papel ¿por qué no acercarse a la savia de algún árbol (ahora electrónico)?

Hay miedo en mi ser. Non grato.

Hace un mes y semanas asaltaron el departamento en el que vivo, después de ese atroz acto algo en mí se quebrantó. Gracias a unas obligadas e impuestas meditaciones he logrado recuperar un poco de paz, logro conciliar mejor el sueño y hay días que con suerte logro dormir con la luz apagada, la computadora encendida y con un poco de música para arrullarme.

Sin embargo,esto ha sido un vaivén emocional, por ejemplo hace poco regresó el terror: un sonido y se activa este pavor, un crujido, una pisada, un golpeteo en la puerta.

Me he cuestionado si será normal este comportamiento, cansada, molesta de lo que otros no comprenden. ¡De verdad tengo miedo! La intrusión vivida fue fatal.

La sabia de mi roommate diría "qué hay que aprender de esto".

Respondería: -Mi seguridad,
                    -No andar con miedo,
                    -Cuidar y limpiar mis pertenencias,
                    -Cuidar de mí.

¡Qué difícil es esto! Si tan sólo se fuese el miedo, pero mi seguridad fue perturbada, pensar que alguien podría entrar de nuevo a casa, eso es lo que me da terror.

La vida no para, no tiene pausas, uno debe seguir y continuar, lo que no se hace a diario es un punto perdido, que tal vez, no podría regresar.

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17/III/2013

De la lecciones de la vida más fuerte que he tenido en esta vida ha sido "atravesar el miedo" y repetir el mantra de ahora mi ex-rommate "Miedo nunca, precaución siempre".


Imagen de la película Kill Bill

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