viernes, 4 de abril de 2008

XXXIV








Se acabó el extraño, con quien, tarde
la noche, regresabas parla y parla.

Ya no habrá quien me aguarde,
dispuesto mi lugar, bueno lo malo.


Se acabó la calurosa tarde;
tu gran bahía y tu clamor; la charla
con tu madre acabada
que nos brindaba un té lleno de tarde.

Se acabó todo al fin: las vacaciones,
tu obediencia de pechos, tu manera
de pedirme que no me vaya fuera.

Y se acabó el diminutivo, para
mi mayoría en el dolor sin fin,
y nuestro haber nacido así sin causa.

Trilce, César Vallejo.
arriba: Ryan Mc Ginley, Holding Hands, 2003.
inferior: Dash Snow, Incest the game the whole. Family can play, 2006.

1 comentario:

vEra la tanguEra dijo...

A ese cabrón que se lo lleve el viento... ¡Úsha! ¡Usha! Y tú... fortalecida, hermosa, radiante... una mujerzota dueña de sí... llevando su vida en sus manos, conduciéndola con el cuidado necesario... empoderada... gigante... El hombrecito dejará de sentirse como una piedra en el zapato...

Te quiero un chingo reina... Ya era hora de tenerte de exhibicionista virutal... ¡Felicidades por tu blog! Eres una chingona... ¡vamos a vernos pronto! ¿va? Buena vibra y rete hartos besos sucios