lunes, 27 de octubre de 2008

Alondras que mueren deslumbradas


El cazador sabe el truco para apresar a las alondras:

Cubre una mediana esfera con espejos y la sostiene

de la rama más alta de un árbol. Cuando la luz la toca

la esfera es una flor de agujas luminosas y somete

la borrosa voluntad, el fuego sutil de las alondras.

Entonces el cazador hace un hábil uso de las redes

y el ave cae. Muy pocas veces el artificio fracasa.

Su fina pasión por la luz quiere que mueran deslumbradas.


Jorge Fernandéz Granados
Agate Apkalmne, Kleiner Menschgobes bad, 2008.

1 comentario:

(...La Noche...) dijo...

Le parece que resuena? A veces los Ecos son más ásperos que los narcisistas. Prefiero también los nones, suficiente tengo con mis propios ecos... ¿Se sabe esa historia? ¿La de Eso y Narciso? se la recomiendo.

Gracias por el comentario.